El tratamiento de aguas residuales, o depuración de aguas residuales, consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que buscan eliminar los contaminantes presentes en el agua resultante del uso humano o de otros usos. La depuración comienza recogiendo las aguas de los núcleos urbanos y sectores industriales, y busca devolverla al ciclo del agua, ya sea vertiéndola en el mar o reutilizándola.
Entre los principales métodos de tratamiento encontramos el decantador primario (sedimentación gravitatoria), el flotador por aire disuelto (separación de partículas en suspensión mediante burbujas) y los tratamientos químicos. Sin embargo, en todos los procesos de depuración suele haber tres grandes fases: el tratamiento primario (decantación), el tratamiento secundario (proceso biológico de eliminación de materia orgánica y una decantación secundaria) y un tratamiento de los fangos que se producen en las anteriores fases.
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